Análisis de los cuatro derbis: Real Madrid CF vs FC Barcelona

Durante 18 días hemos vivido los cuatro últimos partidos del siglo hasta que en agosto vuelvan a disputarse dos clásicos más en busca del primer torneo oficial de la temporada, la supercopa de España. Dieciocho días de intensidad, disputas, encontronazos, polémicas, denuncias y comportamiento poco respetable por ambos equipos. Sin embargo y a pesar de que ya han terminado estos cuatro partidos los malos tratos no han terminado y ahora estamos en pleno proceso de denuncias ante la UEFA por conductas incorrectas y poco deportivas tanto dentro como fuera del campo.

 

Está claro que el FC Barcelona partía como favorito en cualquiera de los partidos que pensásemos, la liga porque ya estaba medio sentenciada, la copa porque el Real Madrid saldría a defenderse, la ida de Champions porque el Barça llegaría con la moral de eliminar al rey de la Champions, históricamente hablando y la vuelta de Champions porque al Madrid se le atraganta el Nou Camp históricamente y de qué manera.

El primer partido fue mucho más atractivo de lo que muchos pensaban, el planteamiento fue muy bueno ya que los dos entrenadores decidieron salir con todo lo que tenían, que no quiere decir que los dos saliesen al ataque, si no que cada equipo salió a hacer su juego con todo lo que tenían, pese a que el Real Madrid se había complicado realmente la liga un par de jornadas antes tras la derrota que cosechó ante el Sporting de Preciado.

Pese a que muchos esperábamos un dominio absoluto por parte de los culés, el planteamiento de Mourinho con un Pepe reinante en el centro del campo hizo que Messi pasase muy desapercibido y que por lo tanto mucho peligro se alejase. Tras una primera parte de dominio de balón de los visitantes con una posesión rondando el 70% la segunda parte comenzó de una forma muy intensa y pronto llegaría la expulsión más que justa a Raúl Albiol que propició el penalti y a la postre primer gol del encuentro, gol de Messi transformado desde los 11 metros. En ese momento, y con uno menos, los merengues se crecieron y fueron a por todas, total ya todo estaba perdido, y con un penaltito de Daniel Alves sobre Marcelo, Cristiano Ronaldo igualó la contienda, el marcador quedaría no se movería y quedaría en tablas, pese a las ocasiones de Adebayor y Khedira en el tramo final del encuentro. Primer encuentro acabado, muchos quedaron sorprendidos, empate y esta serie de partidos no habían hecho más que empezar.

Tras el aperitivo, llegaba uno de los platos fuertes, la final de la Copa de SM el Rey, una final con un claro favorito, pero que tras el partido del Bernabéu días antes había despertado algunas dudas. Sin lugar a dudas, un partido duro, muy trabado, con una gran presión del Real Madrid tanto al juego del FC Barcelona como al colegiado Undiano Mallenco en cualquier decisión que éste tomase. Pero una final es una final y como se suele decir las finales no se juegan, se ganan, y eso hizo el conjunto blanco. Esperó su momento, aunque el ritmo que tuvo en la primera mitad del encuentro fue insostenible, un ritmo que provocó grandes ocasiones y que se fuesen al descanso lamentándose de las oportunidades perdidas. En el segundo tiempo las tornas cambiaron y el Barça se lanzó a por el partido llegando incluso a anotar Pedro un tanto que no subió al marcador por un fuera de juego muy justito que el línea Fermín vio muy bien desde su posición ya que no era nada fácil. El Real Madrid logró aguantar todas las acometidas culés y con el resultado gafas se llegó a la prórroga del encuentro en la que un preciso centro de Di María hacia Cristiano Ronaldo propició el primer gol del encuentro, un gol que sería decisivo para la consecución del título. A partir del gol, más acometidas culés y como reseña especial la expulsión del asistente del gol, Ángel Di María a falta de unos minutos del final del encuentro. La sorprendente decisión de jugar el Real Madrid sin un punta claro hizo su efecto y salió realmente tal y como el míster había pensado. Una vez más el planteamiento había sorprendido a muchos y el Madrid se había hecho con la copa, ansiada durante casi dos décadas.

Dos encuentros disputados, un empate y una victoria blanca y ahora tocaba Champions, encuentro de ida en el Santiago Bernabéu, todo pintaba a que el encuentro acabaría en empate tras ver el juego defensivo del Real Madrid y la incapacidad de perforar la barrera humana del FC Barcelona, sin embargo llegó una jugada decisiva en el partido y en la eliminatoria, un plantillazo que aún desconocemos si de verdad llegó a haber contacto de Pepe sobre Daniel Alves provocó la expulsión del primero y la inferioridad numérica de los locales. En ese momento el FC Barcelona siguió con su dominio del juego pero además consiguió llegar a la meta de Iker Casillas con mayor facilidad, la superioridad ya era más que evidente en todas las facetas del juego. Leo Messi, el mejor jugador del mundo por muchos consiguió anotar dos tantos importantísimos en campo rival, el primero a pase de un buen Affelay que desde que salió al terreno de juego dotó de una gran velocidad a su equipo y el segundo tras una jugada memorable en la que dejó atrás a cualquier defensa del Real Madrid que saliese a su paso. Partido bien ganado, aunque con polémica y serie sentenciada. La polémica radicaba desde la actuación arbitral, pasando por las supuestas simulaciones de los jugadores culés hasta el cruce de declaraciones de ambos entrenadores en la jornada anterior al partido.

Y por fin, no sin tensión o malas caras, llegó el último clásico de esta serie, la vuelta de la semifinal de Champions en el Nou Camp. El Madrid salió con todo lo que tenía, aunque sorprendió la ausencia de Ozil en la medular y la presencia de Kakà. El partido comenzó de una forma muy intensa, aunque sin muchas ocasiones de gol durante los primeros minutos, aunque en los siguientes el portero blanco salvó a los suyos en muchas ocasiones consiguiendo que el marcador no se moviera, y así se llegaría al descanso. Tras la reanudación el Real Madrid consiguió anotar por medio de Gonzalo Higuaín un gol que sería anulado por una falta bastante rigurosa de Cristiano Ronaldo precedida de otra falta de Piqué sobre el 7 madridista, vamos una cadena de faltas en la que el Real Madrid salió perjudicado dado que su gol, el que le habría dado tanta emoción y un giro completo al partido, fue anulado y todo quedó en nada. Tras esta jugada, el Barça comenzó a llegar con mayor claridad de nuevo y Pedro logró el 1-0, un gol que alejaba los fantasmas de cualquier tipo de heroica madridista o de remontada. De nuevo, con todo perdido el Madrid no bajó la cabeza y logró el empate tras un disparo a la madera por mediación de Marcelo. Así acabaría el encuentro y con el FC Barcelona sacando los billetes a Wembley donde ya le espera el Manchester United.

Tras haber presenciado esta histórica serie de clásicos podría afirmar que, en mi opinión, detrás de muchas polémicas y duros enfrentamientos de alta tensión ambos equipos han salido ganando. 

En primer lugar, el Real Madrid menos favorito cosechó una victoria que le propició un título, dos empates y una derrota. Ese título significa ganar una copa que no conseguían desde hacía casi veinte años y evitar un posible triplete blaugrana, así que la “misión” estaba cumplida. 

Por otro lado, el FC Barcelona se ha asegurado el título de la Liga BBVA, además se ha clasificado para la final de Champions y otro título es posible, final a la que viajan gracias a haber batido a su eterno rival. 

Por estos motivos pienso que no hay un ganador claro de estos derbis, es verdad que se han visto muy enturbiados por las decisiones arbitrales, el comportamiento poco deportivo de jugadores o entrenadores y, en definitiva, por todo aquello que no mucho tenía que ver con lo que realmente importaba, el fútbol, pero ambos han logrado objetivos realistas y ambos pueden irse con la cabeza bien alta tras el maratón de partidos entre, los que a día de hoy son, los dos mejores equipos del mundo.