Un curso que llega a su fin

Aún recuerdo el primer día de mi segundo año de carrera, para variar con una semana de retraso, costumbres mías y para seguir con la tónica de siempre con los primeros apuntes y prácticas sin tomar ni hacer, por lo que volvía a estar perdido.

Este año he cursado asignaturas tan interesantes para nuestra formación periodística como pueden ser radio o televisión. Dos en las que lo importante no es la nota o si apruebas o suspendes, lo importante, aunque suena a tópico, en estas asignaturas sí que es la experiencia que te llevas y lo que puedes aprender gracias a los medios y consejos proporcionados.

Por otra parte, parece que nos hemos encauzado hacia lo que verdaderamente es el periodismo, sus posibilidades, sus derechos, sus trampas, su estructura y su futuro tan borroso, ese futuro que tenemos que escribir los nuevos que lleguemos a la profesión llenos de ganas y pensar que la esperanza de trabajar en lo que deseamos es lo último que debemos de perder, porque por mucho que nos digan que la profesión está difícil… ¿qué profesión no está difícil hoy en día?

Sudokus, bodas, entrenamientos de fórmula 1, sorteos de Champions, Twitter o chistes es hasta donde hemos podido llegar este año en clase, la verdad es que hay que hacerlas lo más asequibles posible, ya que ir, al menos un grupo de clase, sí que vamos, y todo esto ayuda y de qué manera.

Sinceramente se me ha pasado muy rápido el curso. Navidades es una fecha que llega sin que te percates porque entre que te instalas, vuelves a la rutina, te olvidas del buen verano pasado, las fiestas del pueblo y tal, ya ha pasado el cuatrimestre. No se pasan lo más cómodas posibles porque hay que estudiar ya que a la vuelta, cosas de la Universidad Carlos III de Madrid, tenemos los exámenes, pero es una época especial. Después de esto, empiezo otra semana más tarde, buscamos los máximos puentes posibles para poder ir volviendo a casa lo máximo posible y entre pitos y flautas, algún puente que nos inventamos y el buen ambiente que formamos el grupo en el que me incluyo de compañeros de clase, nos plantamos en Semana Santa sin mucho esfuerzo. Finalmente y este año, dada la fecha en la que ha caído, nos quedaba únicamente un sprint de trabajos, prácticas y presentaciones, más dos semanas para estudiar y otras dos para realizar exámenes. Un mes duro sin lugar a duda; fuera, sin salir, bastante aplicado (o debería) y alejado de casa y de los tuyos.

Fuera de lo académico el año también ha sido bastante eficiente a la hora de salir, planear nuestras típicas salidas a los 100 montaditos, ir a algún concierto como el de Sidecars, planear otro para verano o ir a ver algún partido de fútbol, ya sea del R.Madrid, Atlético de Madrid o de España.

Como conclusión apuntar que ha sido un año bueno, que se ha pasado sin muchos sobresaltos, aunque en ocasiones uno puede vivir momentos inesperados y que no pensaba que podían suceder, pero todo tiene arreglo o eso hemos de pensar. Me quedo con un buen sabor de boca del curso y con el deseo de lo mejor a todos mis compañeros y personas que ayudan a la estancia por aquí, y que mis compañeras de clase que se nos van de Erasmus que no se olviden de nosotros y que probablemente les haremos una visita el curso que viene. ADG