La cultura y los medios de comunicación.

Bueno, pues como dicen que no hay nada mejor que hacer autocrítica, en esta entrada he decidido abordar el tema del perfil cultural de los españoles relacionado con los medios de comunicación. Existen muchas curiosidades, no siempre positivas, ya que en muchas ocasiones confirman lo que muchos nos tememos.

Voy a analizar con los datos más recientes que he conseguido obtener el consumo que tiene la población española comparada con la europea en algunos medios de comunicación.

Con respecto a la prensa, España mantiene uno de los índices de difusión diaria más bajos de la UE, con 85 ejemplares por cada mil habitantes. Sólo Portugal (50) e Italia (80) presentan cifras más bajas. En el otro extremo se sitúan Finlandia, con 383 ejemplares, y Suecia, con 343. La media de la Unión Europea es de 166 ejemplares diarios. Ante esta situación, la mayoría de los países han adoptado determinadas políticas para promover la difusión de la prensa.

Expuesto lo anterior, apuntar que un país puede considerarse inculto cuando la cifra de difusión es inferior a 100 por cada mil habitantes. Pero, ¿por qué estas cifras?, ¿somos más incultos los que estamos bañados por el Mediterráneo?, ¿es este efecto el que nos provoca? Pues no, es muy fácil: el hábito. Tan sencillo y tan difícil. Y es que el ejemplo más claro es el de los países predominantes, cómo los niños de primaria están en permanente contacto con diarios nacionales para consultar cualquier duda. Esto provoca un idilio tan fuerte, que tras muchos años, siguen sin separarse de sus tabloides.

En cuanto a las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) con Internet por bandera, volvemos a la misma tónica. Los países escandinavos siguen siendo los más punteros, con permiso de Holanda (81%) dentro del territorio europeo, llegando al 76% de usuarios corrientes en Dinamarca o al 75% en Suecia y Finlandia. En el caso de España este porcentaje baja hasta el 49%, un poco desolador, pero nos encontramos en la misma tónica que el resto de países del sur del viejo continente. Aún así, no es alarmante ya que esta cifra aumenta considerablemente año tras año, según la sociedad se acostumbra a estas nuevas tecnologías y según su aprendizaje y uso se hace más esencial en el trabajo, estudio o rutina.

Vayamos ahora a nuestro talón de Aquiles, la televisión. Pues he encontrado buenas noticias, y es que aunque parezca que vaya a tomarles el pelo, los españoles han dejado de ser los europeos que ven más televisión, dejando este dudoso honor a los italianos, según un estudio comparativo realizado por Aegis Media Expert. Cada español pasó en 2010 un promedio de 234 minutos diarios frente al televisor, menos que los 309 minutos de los italianos y los 265 de los portugueses. Por detrás de España se colocan Alemania (223), Gran Bretaña (223) o Francia (209). Aún así, deberíamos de pensar que es lo que vemos en la televisión, qué ganamos con ello y si merece la pena. La apodada como ‘caja tonta’ en España no es ni mucho menos la más competente a nivel europeo por lo que no tendría que ser la más vista, vamos que no existe ninguna justificación. En definitiva, que deberíamos de seleccionar con algo de criterio lo que vemos.

Ni que decir tiene, que la cultura tiene mucho que ver con la costumbre. España es un país estereotipado de forma brutal, como casi todos, pero no por ello las costumbres no están cambiando. Aún así, en el consumo de información y con respecto a los medios de comunicación, la sociedad tiene un cierto reparo a pagar, algo que tarde o temprano comprenderá que es necesario, y la única forma viable para que un medio consolide sus cuentas.

Los medios no pueden sustentarse únicamente mediante la publicidad, y menos en momentos económicos no precisamente agradables. Hoy en día Internet y radio sí que mantienen así el negocio, sin embargo, como casi siempre, no es al azar, todo tiene una explicación.

En radio la legislación vigente no habla en ningún momento acerca de la publicidad, por lo que las cadenas son totalmente libres de emitir el número y espacios publicitarios que a ellos les venga en gana, como si hacen una emisora ’24 horas todo anuncios’. En el caso de Internet la explicación es fácil, la solución es difícil. Ningún medio ha conseguido rentabilizar el negocio en la red. De momento parece que ofrecer contenidos mixtos es algo que a los usuarios no les convence y las suscripciones, a lo que sea, en este país es bastante difícil de conseguir.

Por otro lado, parece que la publicidad ‘personalizada’ es lo único que comienza a funcionar en países más desarrollados y en otros servicios como ‘Hulú’ (portal estadounidense destinado a desbancar a youtube a nivel mundial y que, de momento, sólo se visualiza en EEUU y algunas zonas de Canadá). Aún así la mayoría de internautas definen a la publicidad virtual como ‘repugnante’. Es difícil encontrar lo que, me decanto por afirmar, será la próxima fórmula de la Coca-Cola. ADG