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lunes, 22 de agosto de 2011

Pinganillos no, gracias

Se trata de un tema que desde fuera parece no ser tan importante pero a los deportistas que los usan parece no hacerles gracia la posibilidad de perder esa ayudita extra. Pero si nos paramos a pensarlo de una forma fría, ¿el deporte a día de hoy no se ha convertido en espectáculo? ¿Es que el pinganillo no resta emoción, improvisación y naturalidad?



Estamos hartos de escuchar en F1 la famosa ‘radio team’ o de ver a lo largo de toda la temporada UCI como los ciclistas no paran de hablar con sus directores a través de los pinganillos, ¿por qué no volvemos a los carteles de recta de meta o al acercamiento al coche del director de equipo? ¿Es que se va a perder emoción? ¿O se va a ganar? ¿Acaso es un paso atrás?

En mi opinión no, creo que sería hacerle un favor al deporte. Vale, si, es una facilidad menos para el deportista, que al fin y al cabo es quien ofrece el espectáculo, y por ello se muestran tan a favor de los pinganillos, pero el aficionado debería reivindicar naturalidad; que si un ciclista quiere atacar que ataque y no tenga que esperar a que se lo diga su director o que el director le tenga que decir que fulanito se ha caído o ha pinchado y es el momento de tirar a muerte, o que un piloto cualquiera tenga que esperar al siguiente paso por meta para saber la distancia con su oponente o cualquier información necesaria y no estar constantemente hablando con su ingeniero.

El deporte ha de ser limpio y siempre se abogará por el fair play, claro está, pero que la victoria se decida por arriesgar, por agallas, por echar el resto, no porque tu ingeniero o tu director te maneje como a una marioneta.

La existencia de estrategias ha de ser clave, por supuesto, tanto en un deporte individual, como en uno colectivo, pero la estrategia se ha de determinar antes de la competición, y si por lo que sea hay un cambio de planes, no pasa nada, se cambia, pero por favor que no exista un apuntador, sino una serie de órdenes en un momento determinado, y por supuesto que no favorezcan al que en ese momento le son necesarias, ya que en F1, esto no es tan apreciable, pero en ciclismo sí que lo es, que tengan que relegarse y volver hasta el coche del equipo, que pierdan segundos y así arriesgarán.

Además, por un lado no comprendo la actitud de muchos de los protagonistas, que cuando se propone una etapa sin pinganillos se llevan las manos a la cabeza. Antes no existía la posibilidad y no pasaba nada. La gente llegaba también a meta y nadie se perdía.

Seamos serios y si el deporte a día de hoy está tan reconocido es en gran medida gracias a la afición, así que si la afición quiere espectáculo, brinden espectáculo y por supuesto, siempre, desde la naturalidad y la propia ambición y decisión, no desde el manejo y la influencia exterior. ¡Que gane el mejor! ADG.

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