Copa América

Lionel Messi, Gonzalo Higuaín, Carlos Tevez, Javier Pastore, Sergio Agüero o Ángel Di María; Neymar, Alexandre Pato, Robinho, Lucas, Maicon o Ganso.

En la edición 43º de la Copa América disputada en Argentina las grandes favoritas volvían a ser tanto el equipo anfitrión como Brasil, para variar un poco. Pero ha quedado demostrado que los nombres no lo son todo y que el equipo una vez más se ha impuesto.

Esta Copa América no ha sido muy vistosa que digamos, ya que el juego no ha sido el esperado y si asemejamos espectáculo con goles pues no ha sido lo más destacable en esta edición. Esto sencillamente pasa porque todos los ojos han estado puestos sobre los combinados favoritos.

Además, para quedarse perplejo es el dato de que Paraguay ha llegado a la final sin haber conseguido ganar ni un partido a lo largo del torneo, así que normal que Justo Villar, guardameta paraguayo, haya sido nombrado mejor arquero del torneo. Ha sido el héroe para su país, ya que ha conseguido salir victorioso de dos tandas de penaltis en la fase final del torneo.

Brasil y Argentina cayeron en sendas tandas de penaltis ante Paraguay y Uruguay respectivamente, curiosamente los dos combinados que disputarían la gran final. Ninguno de los favoritos estuvo a la altura y aunque la forma de caer fue similar, no será fácil de olvidar y escucharemos en numerosas ocasiones como ejemplo la nefasta tanda desde el punto fatídico que hizo la canarinha ante los paraguayos, errando los cuatro lanzamientos que intentaron desde los once metros.  

En mi opinión, quitando a estas dos selecciones, las más fuertes eran Uruguay y Chile, pero a estos últimos también los eliminaron en cuartos (Venezuela), por lo que el camino se les allanaba a los charrúas.

Uruguay se había ganado en el Mundial de Sudáfrica que ahora le otorgasen el rol de favorita, ya que allí consiguió un más que meritorio cuarto puesto y, además, ser el único equipo no europeo de las semifinales.

Al mando de Luís Suárez y con un Diego Forlán trabajoso pero distante al gol a lo largo del torneo Uruguay llegaba a la final de Buenos Aires para jugarse el todo ante Paraguay.

Los de Tabárez no vieron peligrar nunca el título, además de su dominio desde el pitido inicial, el tempranero gol de Luís Suárez que adelantó a su equipo en el minuto 11 terminó de romper el partido. Paraguay estaba anonadada y Uruguay no perdonó sentenciando el partido antes del descanso con el primer gol del torneo del aún atlético Diego Forlán. La puntilla llegaría en el último minuto del tiempo reglamentario a manos también de Forlán.

Uruguay se ha coronado una vez más como rey de América, y ya son 15 títulos, para convertirse así en el equipo más laureado en esta competición. 

La única lástima podría ser pensar que a Luís Suárez se le escapó el galardón de jugador con más goles transformados (Paolo Guerrero), pero rápidamente fue subsanado con el premio a mejor jugador del torneo. Además, Uruguay se ha llevado el reconocimiento al equipo más limpio y su zaguero Sebastián Coates fue nombrado como el mejor jugador joven del torneo.  

¿Son necesarias más razones? A ver si cuando escuchemos Copa América o solamente América, también tenemos en cuenta al equipo charrúa, y digo bien, un EQUIPO, porque lo que iba a ser la Copa de Messi, o la Copa de Neymar, se ha convertido en la Copa del equipo uruguayo. Un equipo con mucho sacrificio y que cierra un círculo, si recordamos el pasado mundial, sobresaliente y si pensamos en este torneo, monumental, está claro… ADG